BRUSELAS, abr (IPS)- Darío, de 22 años, llegó a Bélgica desde Brasil en 2005, siendo aun
adolescente. "Al comienzo fue difícil. No hablar el idioma me impidió
hacer ciertos trabajos, y también estaba el riesgo de enfermarme, porque
no tenía ni tengo seguro de salud", relató.
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